Carlos Carrera, representante UNICEF |
SANTO DOMINGO, DN. – Los elevados precios de los alimentos, la falta de empleo formal supone para muchas familias vulnerables un alto riesgo de inseguridad alimentaria.
En pleno siglo XXI, la desnutrición infantil sigue siendo una de las principales amenazas para la supervivencia, la salud y el crecimiento de millones de niños. Consciente de esta problemática, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lanzó su campaña para la solidaridad: “Cada Vida Cuenta”, con el objetivo de lograr 3,000 tratamientos adicionales para contrarrestar esta situación.
Día a día, en todo el mundo, se estima que alrededor de 13,800 infantes menores de 5 años mueren por causas que son evitables. Casi la mitad de estas muertes infantiles están relacionadas con la desnutrición. En República Dominicana, los dos principales problemas nutricionales de los niños menores de cinco años son el sobrepeso y el retraso de su crecimiento, de acuerdo con los datos del informe general de la encuesta ENHOGAR-MICS 2019 efectuada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y el UNICEF, en la que también señalan que siete de cada 100 niños sufrieron retraso en el crecimiento y ocho de cada 100 presentaron sobrepeso u obesidad. Asimismo, 2 (dos) de cada cien (100) niños sufrieron de desnutrición aguda. Estas son las mayores consecuencias de la malnutrición en los niños menores de cinco años.
Estos indicadores son motivo de preocupación, pues las consecuencias de las malas prácticas de alimentación o carencias nutricionales se manifiestan en la salud y el desarrollo de las personas a lo largo de su ciclo de vida”, advirtió Carlos Carrera, representante de UNICEF.
Según el informe global de 2022 de esta agencia de reconocimiento mundial: “La desnutrición aguda grave, la emergencia olvidada de la supervivencia infantil”, se encuentran en riesgo 8 millones de niños y niñas en el mundo, quienes podrían morir de hambre si no reciben tratamiento contra la desnutrición aguda grave.
UNICEF, en la nación dominicana, junto al Ministerio de Salud Pública (MSP), el Servicio Nacional de Salud (SNS), el Instituto de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), y más de 25 Organizaciones No Gubernamentales y Comunitarias, al igual que otros importantes aliados, desde el año 2020 han contribuido a evaluar el estado nutricional de 81,212 menores de 5 años, y de estos 13,325 han sido tratados (el 16%) con alimento terapéutico. De igual manera, 19,472 embarazadas y madres lactantes, siendo tratadas unas 3,928 (el 20% de las revisadas). Esto, mediante la alianza estratégica lanzada post pandemia, denominada: Plan Nacional para la Reducción de la Desnutrición Aguda, cuya implementación en cada territorio priorizado incluye una serie de procesos de formación-capacitación, consejería en nutrición, entrega de suministros, elaboración de materiales y recursos educativos, así como una planificación y monitoreo de las acciones y resultados.
Es imprescindible luchar contra la desnutrición infantil porque los niños y las niñas que crecen con limitaciones nutricionales, incluso si sobreviven, pueden desarrollar problemas físicos por déficit de vitaminas y minerales, padecer múltiples enfermedades que van debilitando sus defensas y experimentar retrasos en su aprendizaje y desarrollo cognitivo. Y, por ende, esto repercutirá en su capacidad de desarrollar su máximo potencial y el de sus hijos, además de poner en peligro sus vidas”, dijo Carrera.
Aseguran que el alimento terapéutico para las embarazadas es esencial para combatir la desnutrición y la anemia durante el embarazo y tiene una vital relevancia para prevenir el retraso del crecimiento intrauterino del bebé y otras complicaciones en la madre como son las hemorragias y la hipertensión arterial, entre otras.
Sólo en lo que va de este año 2023, UNICEF ha proporcionado tratamiento terapéutico para 3,298 niños, 1,402 embarazadas y madres lactantes fueron tratadas.
Actualmente, el programa de desnutrición aguda se implementa en todo el país a través de 10 organizaciones no lucrativas comunitarias y 664 Unidades de Atención Primaria (UNAPS), así como de los centros del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), que fungen como colaboradores de UNICEF en este proyecto.
Acabar con la desnutrición y sus consecuencias sobre la vida de los niños es posible. La desnutrición aguda se puede prevenir y tratar. Necesitamos más fondos para la compra de alimentos y su distribución, y para poder seguir ofreciendo asistencia técnica para el desarrollo efectivo de este programa a fin de lograr ampliar su alcance a toda la población. Si desea colaborar con ésta y otras acciones de UNICEF, acotó el representante.
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